Este Domingo he tenido la oportunidad de hacer dos cosas que aún no había conseguido: salir a montar en Madrid con Demo y probar una bicicleta con ruedas de 29". Ésto último gracias a Jose Ramón de Mejorbike que nos brindó la oportunidad de probar la Merida Big Nine TFS 300.
Antes de comenzar a explicar las sensaciones que me ofreció esta bicicleta quiero dejar claro que, primero, ni soy un especialista ni un ingeniero especializado en realizar test a nuevos modelos de bicicletas; segundo, que la bicicleta que Jose Ramón nos ha dejado es un modelo básico de la gama Big Nine, con una horquilla muy mediocre, SR Suntour XCM V3 100, unos mandos del cambio Alivio, con el desviador Acera y, lo mejor que tenía es el cambio XT.
Pero como lo que queríamos era experimentar las sensaciones de rodar sobre una 29", los componentes de la Merida estaban en segundo plano, puesto que ni ibamos a probar el poder de absorción de la horquilla, ni la suavidad y sincronización del cambio; entre otras cosas.
Teniendo estas cosas claras, opté por elegir la Casa de Campo como lugar de prueba. Y para ello, dimos tres vueltas a su perímetro en ambos sentidos, combinando senderos, trialeras, pistas, carreteras, pasos sobre raices, fuertes bajadas y unas cuantas subidas. Lo que buscábamos era rodar sobre 29" por los mas variados terrenos y de esa forma tener una idea más clara de las sensaciones que nos ofrece este tipo de bicicleta; y en total, recorrimos una distancia de 68 km.
Junto con la Mérida Big Nine TFS 300, salimos con mi Conor WRC2 y las permutamos con el fin de comparar nuestras sensaciones; y creo que, al final, hemos coincidido en todo.
Nada mas subirte sobre la Merida de 29" no tienes la sensación de estar montado en una bicicleta diferente. Debido a la geometría del cuadro y al hecho de haber bajado el centro de gravedad situando el eje pedalier a la altura que los de las de 26", no te proporciona la sensación de ir "mas alto" que en la Conor de 26". También está compensado al llevar montado un manillar recto y no de doble altura como la Conor.
Así pues, la siguiente sensación que experimentas al subirte sobre una 29" es que por delante de la horquilla aparece una enorme rueda de 29x2,10. Al rodar sientes comodidad y estabilidad; ésto último es perfectamente apreciable cuando emprendes fuertes y rápidas bajadas. No se mueve la dirección, y a pesar de llevar montada una horquilla muy mediocre, se "come" todos los baches que encuentra, aportando una tranquilizadora sensación de seguridad. Si estuviera dotada de una buena horquilla, sería increíble.
Con la misma carencia de pedaleo que la Conor, es mucho mas rápida. tiene una pedalada poderosa, y el ruido que desprende al rodar es como el de una apisonadora. Devora cualquier obstáculo que te encuentras, raices, piedras, baches, etc. Salvo que afrontes subidas muy técnicas, no se queda detrás de la Conor. Tan solo, por buscarle un defecto, es menos "nerviosa" y en las trialeras necesitas algo mas de espacio para afrontar las curvas.
Por lo demás, es una gran rodadora. Ideal para los recorridos que habitualmente realizamos. Largas distancias o salidas maratonianas en las que buscas comodidad y fácil pedaleo; porque, en este tipo de salidas los tramos muy técnicos no suelen abundar.
Creo que si tuviera que comprarme una bicicleta, las de 29" me iban a poner en un aprieto. Es una buena opción; y aunque los fabricantes quieran hacernos ver que es el sustituto a la de 26", cada una de ellas tiene su público. Pero si se tienes la suerte de poder probarla es muy posible que te sorprenda.
Por último, reitero las gracias a Jose Ramón de Mejorbike por habernos brindado la oportunidad de probar la Merida de 29", y a mi amigo Demo por hacer que la mañana del domingo en la Casa de Campo haya sido algo especial. Los 68 km a una media de 19 km/h dando tres vueltas a su perímetro está muy bien para los que ya no cumplimos los 20.
Moderado