martes, 5 de junio de 2012

RIAZA B-PRO BIKE MARATÓN 2012

Muchas veces me pregunto que es lo que tiene la bicicleta para que un domingo te pongas el despertador y a las siete de la mañana emprendas carretera con dos amigos para recorrer 130 km. y llegar a un pueblo donde está lloviendo, con el cielo completamente cerrado, nubes negras, bajada de temperaturas y con un recorrido de 80 kilómetros por delante que tenemos que realizar en un margen de siete horas por la sierra; y sabiendo, además, que durante la noche ha estado lloviendo y que vamos a encontrar todos los caminos embarrados en un recorrido con un desnivel positivo de 1500 m.


Los que nos conocen se atreven a llamarnos "locos", y por mucho que expliquemos las sensaciones que vives antes, durante y después de estas pruebas, dificilmente logran entenderlo. Los que no nos conocen y nos escuchan, nos miran con cierta perplejidad puesto que es difícil entender que no nos hubiéramos dado la vuelta dadas las perspectivas con las que arrancaba la mañana del domingo.


Se celebraba la II Riaza B-Pro Bike Maratón (Ruta del esquileo) que partía y tenía su llegada en la localidad segoviana de Riaza, situada en la vertiente norte de la Sierra de Ayllón y próxima a la estación de esquí de La Pinilla.



Pues con frío, y habiendo dejado de llover, a las 10:00 daban la salida a esta prueba; y al final del cajón de salida, como casi siempre, estábamos un grupo formado por Palomares y sus dos cuñados, Ricardo, Paco (registrando en su GPS todo el recorrido), Juani (poniendo el toque femenino al grupo), Julián (que se encargó de la grabación de la prueba), Demo, Agustín y yo.


Nada mas salir de Riaza se presentó una larga subida que iba a ser el detonante de toda la ruta. A continuación atravesamos un bosque cuyo camino era un auténtico barrizal, pudiendo rodar solamente por los dos surcos marcados por el tránsito de algunos vehículos. Si te salías de ahí, corrías el peligro de rebozarte en el suelo; y aún así, durante toda esta parte del recorrido ibas sintiendo como la rueda trasera se desplazaba lateralmente. En estas condiciones tuvimos que vadear enormes charcos de "chapapote" marrón y algún que otro arroyo. Así, entre subidas, bosques y paisajes increíbles, llegamos al primer avituallamiento en la localidad de Ribota (km. 17,5). Repusimos el líquido gastado y continuamos hasta el kilómetro 20 en donde se bifurcaban las dos rutas; a la izquierda la corta de 40 km, y a la derecha la de 80, la nuestra.


Como íbamos de los últimos, en este desvío parecía que estábamos solos; menos mal que en casi todo el recorrido nuestro grupo fue, casi siempre, junto; excepto los "cuñados" que les vimos a la salida y en la llegada (lo que demuestra que los años también cuentan). Así, entre senderos, bosques, pueblos rojos (Valvieja y Villacorta), y subidas, muchas subidas, llegamos hasta la localidad de Madriguera (Km 38), avituallamiento solido y líquido en donde repusimos fuerzas para poder afrontar unos kilómetros que se transformaron en una tremenda subida que hacía que los "piernas largas" y los mas "humanos" tuviéramos que bajarnos para estirar al culminar su ascensión. Pero, después del giro a la derecha, volvíamos a subir, y subir, y más bosques, y mas senderos, veredas por las que solo pasaba una bicicleta, y mas subidas ......


En la localidad de Becerril (km. 57,5) volvimos a encontrarnos con un avituallamiento sólido-líquido para seguir recuperando las fuerzas, que ya escaseaban. El perfil de la ruta decía que desde aquí el desnivel ascendente era superior al anterior, pero lo que no decía que en algunas parte del mismo hubo que hacerlo a pie. Primero, rodar entre bosques, senderos y veredas, alguna pista, y mas senderos hasta que nos desviaron a la izquierda para subir por un instransitable camino entre árboles hasta la Ermita de  la Virgen de Hontanares, teniendo que hacerlo a pie y empujando la bici por un desnivel espectacular.


Junto a la Ermita, los romeros estaban de fiestas. Y desde allí, larga bajada hasta acercarnos a Riofrío de Riaza en donde nos obsequiaron con una larga, divertida y peligrosa trialera entre el bosque que nos condujo hasta las rutas senderistas que dispone Riaza (por cierto, preciosas) y desde allí, hasta la meta.



El resultado final, un palizón "gratificante": 5 h. y 40' de pedaleo continuo durante un  tiempo total de 6 h y 47', con una media de velocidad de 14,40 km/h y una máxima de 60 km/h conseguida en una amplia y larguísima bajada. En total, mas de 5.600 Kcal. cosumidas en una mañana de domingo que empezó mal, pero que acabó como deben de acabar estas pruebas: sin incidentes y con una amplia sonrisa por parte de los diez.


Las sensaciones finales son tan satisfactorias que ya hablamos de volver al año que viene. Por todo ésto nos llaman "locos". Pero yo me pregunto ¿realmente somos nosotros los locos? o ¿son locas aquellas personas que no practican ningún deporte y no pueden esperimentar el beneficio fisico y mental que proporciona una mañana como la de hoy en compañía de un grupo de amigos?

Características Técnicas:

Distancia:80km
Desnivel:1.500 m positivos
Terrenos:60% pistas 28% senderos 12% carretera
Dificultad técnica:Media
Ciclabilidad:99% de la ruta


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Perfil Altimétrico:



PLANOS DE LA RUTA: