martes, 9 de diciembre de 2014

ALUCHE-PARQUE REGIONAL DEL CURSO MEDIO DEL RÍO GUADARRAMA

Fría mañana de diciembre. Me planteo como objetivo dar una vuelta por la zona del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama. La entrada la haré por el Puente de Hierro. El problema le tengo en la distancia, porque hasta el Puente  tengo 23 kilómetros, mas la vuelta. Así que hoy me parece que la ruta será larga.

Para llegar al río desde Aluche, tomo la ruta ALUCHE-EL ALAMO que me lleva hasta Villaviciosa de Odón. Como recordatorio, hay que pasar por los secarrales de Alcorcón, pasando bajo la A-5, la M-40 y la M-50. Desde aquí, giro a la izquierda y seguidamente a la derecha para subir a la vía pecuaria que me introduce en Villaviciosa  junto a la Casa Cuartel. Para llegar al Puente de Hierro, atravieso el pueblo y por el polígono bajo hasta el Puente de Hierro, tal y como se detalla en el anterior enlace.




Un pequeño avituallamiento y continúo la marcha. Cruzo el puente sobre el río Guadarrama y giro a la derecha. Aunque hay mucha humedad, no paso por zonas embarradas. En estos algo más de cuatro kilómetros, me entretengo en ver como podan la zona arbolada de mi derecha, junto al río. 

Llego al desvío (27,5 km) indicado como una de las sendas del Parque Regional, y giro a la izquierda para empezar a subir por un extenso bosque de encinas. El olor a vegetación mojada y el aroma de las encinas me acompañan durante los siguientes tres kilómetros, y hacen más llevadera la constante subida. Llego a un cruce en "Y" y tomo el camino de la derecha, a pesar de ser el peor de los dos. La intención es perderme por el interior del Parque Regional.

Empiezo a ver carteles de "Finca Particular, Prohibido el Paso", y unos metros más adelante el camino está cortado con una cadena. A la derecha, y junto a la valla, existe otro camino de peores condiciones y que está orientado hacia el río. Entro en una zona bastante frondosa del bosque y cuando el camino se convierte en sendero, de repente y de entre la vegetación que tengo a mi izquierda, salen espantados unos 5 o 6 jabalíes y desaparecen por la derecha. Pero unos metros más adelante, veo que otro grupo hace lo mismo. El ruido que producen al correr y sus soplidos o gruñidos son espectaculares. Si ellos corrían asustados, yo lo estaba más aún, pero no podía retroceder. Estaba bajando una rampa y desandar esa zona me haría llevar muy poca velocidad. Así que decido continuar por el sendero y el ruido que provoco espanta a los últimos jabalíes.

Jabalí (imagen de wikipedia)

Por toda la zona por la que ruedo veo muchísimas huellas, pero consigo salir de allí y accedo al camino que va a dar a la valla con la cadena. Como es lógico, no tuve tiempo para inmortalizar en una fotografía mi encuentro con los jabalíes. Mi mente solo pensaba en salir de su zona lo antes posible. Por eso, y para el recuerdo, dejo una foto que he copiado de wikipedia para ver el tipo de ejemplares con los que me cruce; muchos de ellos con largos colmillos en su mandíbula inferior (doy fe porque estuve muy cerca de ellos).

Decido retornar al camino principal por el que llegué a esta zona y regresar al Puente de Hierro. La orografía del terreno me regala una larga y divertida bajada hasta el río. Vuelvo a comer algo en el puente y comienzo la larga y constante subida hasta Villaviciosa. de Odón.

El resto del camino lo hago por los secarrales hasta llegar a Aluche. Eso sí, hoy regreso con un recuerdo inolvidable. Y es por eso por lo que me encanta este deporte, la libertad que te ofrece y la posibilidad de disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor. Es un privilegio tener tan cerca todo el entorno del Río Guadarrama. Hoy he recorrido un total de 64 km. en algo menos de cuatro horas; y aquí dejo el recuerdo de esta fría mañana ciclista.




DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 64
Tiempo total invertido: 4 h 13' 14''
Tiempo en movimiento: 3 h 55' 28''
Tiempo detenido: 17' 46''
Velocidad media en movimiento: 16 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 967 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 793 m.
Altitud máxima: 728 m.
Altitud mínima: 504 m.


PERFIL ALTIMÉTRICO




PLANO DE LA RUTA



domingo, 28 de septiembre de 2014

TALAJARA 2014: El año del barro

Llueve en Escalona. Son las 20:00 horas del sábado previo a la marcha de la 7ª edición de la TALAJARA B-PRO BIKE MARATÓN. Acabo de llegar y me dispongo a dar la última revisión a la bici. Sigue lloviendo, y no ha parado de hacerlo desde que salí de Madrid. Bajo cubierta, dejo la bici preparada y la guardo en el coche. La lluvia es muy intensa y no cesa. Y me pregunto ¿a dónde vas con la que está cayendo?.




Son las 00:00 horas y ya no llueve, diluvia. El recuerdo de la prueba de Riaza del año pasado se ha hecho hueco en mi cabeza y no me va a dejar en toda la noche. 01:00 horas: Sigue diluviando. El sueño me vence. ¿Qué pasará mañana?.

Me levanto a las 07:00. Aún es de noche pero no llueve. Cuando amanece el día, el cielo plomizo y con grandes nubarrones me da los buenos días. 08:30 horas: llego a Cazalegas para recoger a mi inseparable compañero de rutas, Demo. Ha estado escuchando diluviar toda la noche y está asustado. Por su cabeza solo pasa buscar alternativa a los caminos por donde vamos a pasar. Hoy es "su bautizo en el barro".




Llegamos a Talavera de la Reina y nos situamos en el tubo de salida de la prueba. Nos encontramos con Palomares, aunque este año no vamos a tener su compañía al venir con otro grupo. Todo está mojado. La duda es llevar puesto el chubasquero o guardarlo en la mochila. La duda desaparece a cinco minutos del inicio de la prueba. Empieza a llover y la aparición de chubasqueros inunda el tubo para proteger los cuerpos y mochilas de mas de dos mil locos ciclistas que han preferido enfrentarse a las adversidades climatológicas antes que quedarse tranquilamente en sus casas.




Son las 10:00 horas. Empieza la marcha de los 80 km. Una hora antes salieron los valerosos biker que van a sufrir durante 120 km. Está lloviendo y ya estamos empapados. Con la idea de que el cuerpo humano tiene un límite de acumulación de agua vamos mojándonos cada vez más por las calles de Talavera. Pero el infierno del barro nos está esperando.

Dejamos el asfalto y entramos al camino paralelo al río Tajo. En los primeros metros las impolutas bicicletas son masacradas por el barro y el agua. Grandes zonas embarradas y encharcadas. Arcilla líquida, y no tan líquida, nos acompaña durante los veinte kilómetros que nos separan de la Vía Verde de la Jara en la localidad de Calera y Choza.

Los mejores alfareros talaveranos darían su vida por la maravillosa tierra arcillosa que están pisando miles de bicicletas. El cremoso barro se va impregnando en bicicleta y ciclistas. La lluvia no cesa y la acumulación de barro en las transmisiones de las bicicletas hacen estragos. En mi caso, el desviador trasero se bloquea y queda elevado; con pequeños toques con el pie, o dando media pedalada hacia atrás, vuelve a su posición original. Hay que llegar al primer avituallamiento para eliminar el barro con agua.




Llegamos a Calera y Chozas y nos encontramos con que no queda agua en el avituallamiento líquido instalado al comienzo de la Vía Verde de la Jara. Menos mal que las fuentes naturales de la Vía nos permiten limpiar toda la transmisión de las bicicletas. De esta forma, ya podemos rodar con tranquilidad por un terreno sin barro.

Buenas fotografía ofrecía el terreno pero, con tal de no parar y sacar las ocultas cámaras y teléfonos guardados bajo los chubasqueros, preferimos seguir pedaleando e intentar llegar a meta con los mínimos problemas posibles. Por eso, incluyo en esta pequeña crónica algunas fotografías publicadas por la organización.






Como todos estos años, hacemos la parada obligatoria tras pasar por el viaducto sobre el río Tajo y el Pantano del Azután. Espectacular lugar y un privilegio para los que podemos contemplar su belleza. Este año, la organización nos regala con un vídeo sobre nuestro paso por el viaducto.






Llegamos al avituallamiento sólido/líquido de Aldeanueva de Balbarroya. Tras comer y reponer líquidos, los mecánicos del servicio técnico de Shimano nos facilitan aceite para poder continuar nuestra marcha.









Los que ya hemos recorrido esta ruta en las seis ediciones anteriores, sabemos que ahora empieza lo peor. Empiezan las cuestas y las condiciones del terreno no son muy buenas, sobre todo en las rápidas bajadas. Pasamos por Belvís de la Jara y una larga subida nos aleja del pueblo. 

Poco a poco nos acercamos al temido Alto del Cerro del Burro. Quizás por el agua y el reblandecimiento del terreno, este año está muy accesible para intentar subirlo. Pero hay que ser consciente y nuestro objetivo es llegar a meta. Pie a tierra y lo subimos andando, al igual que el resto de los sufridores ciclistas.

Tras coronar el Cerro, nos juntamos con los biker de la ruta larga; y de repente, una montonera y largos parones producidos por un intransitable tramo del camino en la larga y rápida bajada. Pasamos de uno en uno y nos dirigimos hasta el siguiente avituallamiento entre mas barro y mas parones.

Llegamos a Alcaudete de la Jara para degustar sus deliciosas migas. Un par de tuper con calientes migas y una sentada en el centro de la plaza para descansar unos minutos. Da igual que llueva, haga frío o exceso de calor. El ambiente festivo en esta plaza se supera año a año.






Tras coger algo de comida y bebidas isotónicas reanudamos la marcha; no sin antes quitarnos los chubasqueros. El tiempo presagia mejoría y el cielo azul se va dejando paso entre los nubarrones.





Nos alejarnos de Alcaudete y los problemas mecánicos vuelven a aparecer por culpa del barro. Grandes zonas embarradas y enormes charcos hacen que los cambios no actúen como debieran. Los constantes toboganes de este último tramo se suceden. Tengo que hacer uso del plato pequeño dado que con el mediano se bloquea el desviador. Pocas veces meto el plato grande puesto que las piernas no dan mas de sí.




Llegamos a El Membrillo y aprovechamos para  refrescarnos y lavarnos las piernas. Una buena costra de barro las cubre. Reponemos fuerzas en el avituallamiento sólido/líquido y proseguimos la marcha. Ya queda menos.



Tras varios toboganes, llegamos a la rápida y peligrosa bajada que nos lleva hasta las proximidades de Talavera de la Reina. Ya se han acabado las subidas. Toca llanear por una zona de "falso llano" que llega a hacerse pesada. Por fin, abandonamos la tierra y entramos en asfalto. Cruzamos el puente romano sobre las aguas del Tajo y entramos en el polígono industrial. ¡Ya hemos llegado!. Vemos el arco de control al fondo y la rueda trasera me dice que pierde aire. Un pinchazo ahora ya no importa.

Son las 17:56 horas, nuestros cuentakilómetros marcan 87 km. Una año más, y ya van siete, hemos conseguido cubrir el recorrido que la organización nos plantea. El agua y las condiciones del terreno nos han exprimido las fuerzas, pero nos queda un recuerdo muy satisfactorio y las ganas de volver a hacer esta ruta. Es el año del estreno de Demo en el barro. Ahora toca lavar las bicis.








DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 87
Tiempo total invertido: 7h 50'
Tiempo en movimiento: 6h 14'
Tiempo detenido: 1:36
Velocidad media en movimiento: 14,20 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 980 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 1289 m.
Altitud máxima: 586 m.
Altitud mínima: 358 m.


PERFIL ALTIMÉTRICO







jueves, 21 de agosto de 2014

ESCALONA-SANTA CRUZ DEL RETAMAR-PORTILLO DE TOLEDO


Tras un verano de exceso de inactividad me he planteado una ruta alternativa, y no muy exigente, para llegar hasta Portillo de Toledo. Son 45 kilómetros con un recorrido circular que me van a hacer pasar por las localidades de Santa Cruz del Retamar, Portillo de Toledo y Quismondo.
Haciendo uso del Camino de la Torre me adentro en la Finca del Alamín;  y como siempre, los tres kilómetros de la subida del encinar ponen las piernas calientes. Al salir de la finca, giro a la izquierda manteniendo el mismo trazado que cuando voy a La Torre de Esteban Hambrán. Pero esta vez, al llegar al cruce donde está situada la torre eléctrica, cojo el camino de la derecha y evito pasar por la Urbanización de la Cruz Verde.
Rodando siempre por el camino principal, me encuentro un paisaje lleno de encinas y con bajadas y subidas muy entretenidas. Así, poco a poco, llego hasta un túnel bajo la A-5 que me introduce en Santa Cruz del Retamar. Tras cruzar la antigua N-V, sigo rodando de frente y atravesando el pueblo en línea recta llego hasta la Cooperativa Vinícola de la Virgen de la Paz. En este punto, giro a la derecha, cruzo la CM-4009, paso junto al campo de futbol y sin dejar el camino llego a Portillo de Toledo pasando junto a la Depuradora de aguas residuales. Tomo como destino el monumento al galgo y me detengo junto a la fuente para hacer un pequeño avituallamiento.


Desde aquí, regreso a Escalona por el trazado de la  RUTA Nº 1 (Escalona-Quismondo), cruzando de nuevo la CM-4009, vadeando el Arroyo de la Gualavisa y, tras cubrir los 10 kilómetros que separan las dos poblaciones, entro en Quismondo junto a la fuente de la Plaza de Don Sergio del Castillo, lugar donde me detengo de nuevo para refrescarme.

Pza. de Don Sergio del Castillo (Quismondo)

Los otros diez kilómetros que separan Quismondo de Escalona, se hacen muy cómodos por su perfil favorable, entrando en las urbanizaciones junto al antiguo vertedero.


DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 45,400
Tiempo total invertido: 2h 44' 11''
Tiempo en movimiento: 02h 30' 35''
Tiempo detenido: 13' 36''
Velocidad media en movimiento: 18 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 557 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 497 m.
Altitud máxima: 600 m.
Altitud mínima: 366 m.


PERFIL ALTIMÉTRICO




PLANO DE LA RUTA






viernes, 27 de junio de 2014

MÓSTOLES-VILLAFRANCA DEL CASTILLO

El título corresponde a los puntos de origen y lugar de destino, pero quizás el siguiente título hace mejor referencia a esta ruta:

LOS SENDEROS DEL RÍO GUADARRAMA


Lo que esta ruta pretende es recorrer toda la ribera del Río Guadarrama y disfrutar de los senderos que el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama nos ofrece. El inicio de la ruta empieza en el estacionamiento del Carrefour de Móstoles; y el destino de ida es el Puente de Villafranca del Castillo.

Iniciamos el recorrido Roberto, Juan Carlos, Richi y yo, y en vez de tomar la Vía Verde del Guadarrama para bajar al Puente de Hierro, tomamos los caminos cercanos a la M-506 que nos llevan hasta las cercanías de la M-506. El primer obstáculo es salvar el Arroyo de la Vega. Entrando en un pinar que nos encontramos a nuestra izquierda bajamos hasta un pequeño puente que nos permite subir al camino junto a la M-506; y de esta forma llegar a la zona recreativa del Río Guadarrama en el municipio de Villaviciosa de Odón

Entrando en la Urbanización de El Bosque, accedemos a los senderos junto al Arroyo de Valenoso, junto a la depuradora y llegamos a la ribera del Río Guadarrama. Un tranquilo paseo entre pinares nos lleva hasta el Puente de Brunete. Un leve descanso, y pasando bajo el puente seguimos por caminos y estrechos senderos hasta el destino inicial: el Puente de Villafranca del Castillo. Fin del recorrido de ida.





Un pequeño descanso, avituallamiento + foto, y regresamos por el mismo camino hasta que rebasamos el Campo de Golf de la Urbanización de El Bosque. En vez de seguir de frente, tomamos un estrecho y frondoso sendero, que salva las depresiones del terreno con tablones de madera, y nos situamos en la zona recreativa.

Toca coger unos tramos de carretera para pasar sobre la M-501 y tomas el camino hasta llegar al puente del Arroyo de la Vega. Al entrar en el pinar, nos desviamos a la derecha para no regresar por el camino de ida. Y a partir de aquí llega la zona mas divertida y técnica de toda la ruta. Constantes cambios de ritmo en el interior del pequeño bosque; y al salir por una pequeña puerta de traviesas, giramos a la derecha para coger un sendero que nos encontramos a la izquierda.

Aquí empieza la zona más técnica de todo el recorrido. Los senderos se estrechan al límite en zonas muy sombrías junto al río. Subidas bajadas, pocas rectas y muchos cambios de ritmo. De esta forma se recorren los cinco kilómetros que nos llevan hasta el Puente de Hierro. Un pequeño descanso y seguimos subiendo por la Vía Verde del Guadarrama hasta el Parque del Soto. Una vuelta por los senderos del parque; una "alegría en la fuente" y finalizamos la ruta en el estacionamiento del Carrefour.

Una ruta  de 50 km. que nos descubre los fabulosos senderos del Parque Regional del Curso Medio del Río Manzanares, en un trazado "casi llano" y muy recomendable para épocas de mucho calor.


DESCARGAR EL TRACK


DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 49,300
Tiempo total invertido: 3h 20' 14''
Tiempo en movimiento: 02h 49' 59''
Tiempo detenido: 30' 15''
Velocidad media en movimiento: 17 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 544 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 468 m.
Altitud máxima: 651 m.
Altitud mínima: 560 m.


PERFIL ALTIMÉTRICO



PLANO DE LA RUTA


lunes, 2 de junio de 2014

ALUCHE-LOS TRES MONTES


Con la intención de recorrer parte de los Montes del Oeste de Madrid, me he planteado un recorrido circular partiendo desde Aluche. Está preparado para evitar, siempre que he podido, rodar por asfalto. Buenos caminos, senderos, carriles bicis y amplias pistas me han acompañado durante todo el recorrido. Pero, sobre todo, si he de resaltar algo en especial, tengo que hacer referencia a los bosques de pinos y encinas que he cruzado por el Monte de Pozuelo, el Monte del Pilar de Majadahonda y el Monte de Boadilla. Esta es la crónica de una bonita y rápida ruta.

A través del Parque de las Cruces enlazo con el Anillo Verde Ciclista y llego hasta la Casa de Campo, tomando el recorrido de la tapia en sentido de las agujas del reloj. A su paso por Somosaguas y coronando la fuerte rampa de la torre eléctrica, las piernas ya están calientes. Al atravesar las vías del tren, salgo junto a la tapia y me encuentro con la M-503.
 

 

La única opción existente es bajar por las escaleras y seguir el único camino existente que nos lleva hasta el núcleo urbano de Aravaca. Cojo la calle de la derecha y llego hasta el parque lineal junto al Arroyo de Pozuelo. Por sus caminos dejo Madrid y entro en Pozuelo de Alarcón; paso bajo las vías del Cercanías. En la Plaza de la Constitución giro a la derecha y subo hasta entrar en el carril-bici que no dejo hasta que me aproximo a la gasolinera de Repsol. antes de llegar a una rotonda, abandono el carril, giro a la izquierda y tomo la calle que me encuentro en ese lado y entro en su carril-bici que me va a llevar hasta el puente sobre la M-40. De esta forma, salgo de la población y llego al primer monte: El Monte de Pozuelo.

Entrada al Monte de Pozuelo

Con forma de paso de servidumbre, entro en el monte alternándose caminos de asfalto deteriorado y pistas de tierra, rodeados por encinas y pinares. Con respeto a los caminantes, disfruto del entorno por anchos caminos con un desnivel favorable. Así, llego al segundo monte: El Monte del Pilar de Majadahonda. Espectacular entorno que regala grandes zonas sombrías y algún que otro sendero. 
 

Panel informativo a la salida del Monte

Al llegar al Centro de Recuperación de Animales Silvestres, entro en el sendero de la derecha y bajo hasta las vías del Cercanías. Por la izquierda, y por el bosque, llego a la altura de la estación de Cercanías de Majadahonda. Giro a la izquierda y por caminos y senderos salgo de este espectacular monte y entro en la Urbanización Pinar del Plantío.


Plano del Monte del Pilar

Dejando atrás este sorprendente bosque, cruzo la urbanización y todo el carril-bici junto a la M-515, y en la primera rotonda accedo por la derecha al puente sobre la M-503. En la segunda rotonda a la izquierda vuelvo a entrar en zona de senderos que me llevan hasta la confluencia de la Urbanización MonteClaro con el Club de Golf Las Rejas Golf de Majadahonda. Zona coincidente con otras rutas. Atravieso toda la zona de senderos hasta cruzar el puentecillo del Arroyo de Vallelargo, y giro a la izquierda para entrar en el último monte de la ruta de hoy: El Monte de Boadilla.

Entrada al Monte de Boadilla.
 
Este monte lo cruzo linealmente hasta el puente de piedra, junto a la M-513. Predomina, sobretodo la encina y no es un bosque tan cerrado como los anteriores. Aún así, es un placer rodar por sus caminos. Paso la carretera bajo el puente y, por la izquierda, retomo el camino rectilíneo que me va a llevar hasta la subida, a la izquierda, hasta los límites de la Urbanización Montepríncipe, entrando en ella por una puerta. Previamente, he tomado una fotografía de parte de la extensión que cubre el Monte de Boadilla:

Monte de Boadilla

Ya dentro de la Urbanización Montepríncipe, la atravieso hasta llegar a la rotonda sobre la M-501 que me facilita la entrada en el Polígono Industrial del Ventorro del Cano. Tan solo tengo que atravesar este polígono para entrar en la zona de secarrales, transitada en muchas de las rutas publicadas en este blog, y pasando bajo la M-40 bajo hasta el Arroyo de Valchico, subo la pequeña rampa de plato pequeño y, por debajo de la A-5, llego hasta Aluche.

Fin de una rápida ruta  de 50 kilómetros que, tengo que reconocer, me ha sorprendido por la belleza de los montes. Un gran pulmón en el Oeste de la Capital.





DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 49,600
Tiempo total invertido: 3h 01'
Tiempo en movimiento: 02h 50' 22''
Tiempo detenido: 10' 39''
Velocidad media en movimiento: 17 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 696 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 592 m.
Altitud máxima: 742 m.
Altitud mínima: 592 m.


PERFIL ALTIMÉTRICO


PLANO DE LA RUTA




domingo, 16 de marzo de 2014

NAVALCARNERO AL LÍMITE: 75 KM



Quizás este artículo debería haberlo publicado en el blog de Vikingos MTB. Una de las razones hubiera sido que el grupo que  hemos asistido a la Marcha de Navalcarnero al Límite 75 km formamos parte de ese blog, y además, tres de nosotros fuimos con la equipación de los vikingos. Pero he decidido hacerlo aquí porque lo que voy a narrar son las sensaciones que fui experimentando a lo largo de todo el trayecto y en el que a lo largo de los dos primeros recorridos decidí hacerlos solo.

El 5 de marzo varios vikingos nos acercamos a Navalcarnero para realizar la ruta larga y comprobar en que tipo de terreno nos íbamos a meter. Esa salida está descrita en el artículo "La trampa de Navalcarnero"

Mi objetivo en el día de hoy era finalizar la ruta de 75 km que propuso la organización, y con la experiencia del día 5 tenía que dosificar desde el principio el esfuerzo para poder llegar al tercer recorrido con suficiente fuerza para finalizarlo. 




Ambientazo en la Plaza de Segovia de Navalcarnero. Excelente temperatura y día muy soleado. Nos reunimos inicialmente Agustín, Palomares, Rosi y yo. Unos 1500 biker arrancamos para cubrir el primer recorrido de los tres que consta la prueba. Nos metemos en la cuadrícula comprendida entre la M-507 y la Urbanización Calypo-Fado, junto a la A-5. Nada mas salir del pueblo empiezan las subidas y bajadas, cortas pero constantes. 

Debido a la aglomeración de ciclistas me descuelgo de mi grupo y, tras pequeñas retenciones, les voy perdiendo de vista. Por tanto, se que voy a tener que rodar solo. Aminoro velocidad y ajusto desarrollos para no cansarme en las subidas. Me doy cuenta que el día 5 invertí el sentido de este tramo, aunque los constantes desniveles nos acompañan de nuevo hasta Navalcarnero. Pero antes de llegar, tenemos el primer avituallamiento y me uno a mis compañeros, apareciendo los cuatro Arganboys: Julián, Casillas, Rubén y Juan Carlos.




No quiero continuar con el relato sin antes comentar algo que se me ha quedado grabado y que no creo que llegue a olvidar. A lo largo del primero recorrido me llamó la atención la silueta de un ciclista que iba unos metros más adelante. Al principio, y viéndole de lejos, pensé en el extraño diseño de la bicicleta. Pero cuando me fijé, no podía creerlo. El ciclista tenía amputada la pierna izquierda por encima de la rodilla, no llevaba pedal izquierdo y toda la fuerza la imprimía con su pierna derecha. Llevaba el mismo ritmo que el resto. ¡Qué fuerza de voluntad!, ¡qué afán de superación y sacrificio!. Realmente, hay que descubrirse antes estas personas. Era capaz tan solo con una pierna lo que otros con dos no se atreven. Me comentaron Agustín y Palomares que le vieron durante el recorrido y cuando llegó al avituallamiento, fue saltando con su única pierna para coger provisiones y luego continuar. ¡¡¡ Admirable !!! . 

Seguimos la ruta los ocho de la foto y tras pasar por Navalcarnero volvemos a encontrar un terreno muy similar en la cuadrícula comprendida entre la M-507, Villanueva de Perales y Sevilla la Nueva. Como me propuse hacer los dos primeros recorridos reservando fuerzas para el último, volví a mantener cómodos desarrollos que me hicieron bajar el ritmo. Poco a poco me fui quedando solo. Los caminos no son tan anchos como en el primero, pero el constante sube y baja iba mellando a aquellos que no controlaban el esfuerzo. Así, vuelvo a reunirme con el grupo en el avituallamiento cercano a Sevilla la Nueva.




Rápida bajada y una fuerte subida nos aproximan a Navalcarnero. La fuerte riada del día 5 por uno de los caminos ya no existe. Debe ser una práctica habitual para abastecer las acequias. Vuelvo a descolgarme y antes de entrar en Navalcarnero me uno, de nuevo a ellos.

En un ambiente festivo, con aplausos y vítores de la gente, llegamos a la bifurcación para finalizar los 52 km o seguir a la izquierda con los 75 km. No hay dudas. Quedan fuerzas, ganas e ilusión para hacer el recorrido largo. Y si por casualidad algún pensamiento negativo se hubiera pasado por mi cabeza, ahí estaba el recuerdo del ciclista amputado para seguir empujando mi bici. Un rápido avituallamiento y salimos del pueblo. Nos hemos quedado rezagados Agustín, Palomares y yo. Al resto no volveremos a verlos hasta la llegada a meta.

Entramos en la última cuadrícula, comprendida entre la A-5, El Álamo y el Río Guadarrama. El dicho popular de que ¡¡quien guarda, halla!! se hace  palpable en este último tramo. Emprendemos una larga y rápida bajada hasta el río y tras tres largas y mantenidas subidas hacia las proximidades de Navalcarnero, pasando por debajo y por encima de la R-5, entramos en el pueblo y cruzamos el arco de control de meta con 5 horas desde el inicio de la prueba. Son las tres de la tarde y ya hemos acabado. En meta nos esperan los "máquinas" de los Arganboys.





Han sido 77 km superados gracias a saber dosificar y controlar el esfuerzo. Cuando aún no se tiene el tono óptimo, la mejor rueda que puedes seguir es la tuya. No pasa nada por descolgarte del grupo cuando el objetivo es conseguir superar la prueba. Por ese motivo he decidido incluir esta crónica en este blog y no en el de los Vikingos. Los dos primeros tramos los hice, prácticamente, solo; y, por eso, no puedo hablar de las experiencias del resto. Mis disculpas por haberlos hecho esperar en los avituallamientos; pero, gracias a eso, pude compartir la compañía de Agustín y Palomares en el último recorrido.




Y para finalizar, como es costumbre, volvimos a reunirnos, en este gran día, junto a quienes nos acompañan a todos los sitios: "Las rubias"




No quiero cerrar este relato sin mencionar, de nuevo, a ese anónimo ciclista amputado. Hoy me ha dado una lección de valor y de espíritu de sacrificio, y me ha  hecho recordar que "el cansancio es pasajero, pero el recuerdo es para siempre".




VIDEO RESUMEN




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DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 77
Tiempo total invertido: 5 h 01' 50''
Tiempo en movimiento: 4 h 29' 43''
Tiempo detenido: 32' 07''
Velocidad media en movimiento: 17 km/h
Velocidad máxima: 50 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 1298 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 1302 m.
Altitud máxima: 679 m.
Altitud mínima: 529 m.

PERFIL ALTIMÉTRICO



PLANO DEL RECORRIDO