Octava edición de la Talajara Pro Bike Maratón y, hasta el momento, he conseguido finalizarlas todas. Ocho de ocho. Y en esas ocho he tenido el placer de ir acompañado de Demo. Bien es cierto que a lo largo de estos años hemos rodado en compañía de otros amigos y compañeros. Pero nosotros dos, no hemos faltado a una sola edición.
Si tuviera que calificar la Talajara de este año, la llamaría la Talajara del Polvo. Aún así, siempre es preferible al barro del año pasado. Excesivamente secos los caminos que junto a 4000 bicicletas rodando por ellos hacían que estuvieras respirando polvo. Nariz y garganta resecas, y las bicicletas blancas. Además, nos hemos encontrado con un día muy caluroso, empezando a rodar con manga corta y alcanzando los 30 grados a la sombra a mediodía.
Este año hemos coincidido con Palomares y Rossi en la salida, aunque nada más empezar a rodar, desaparecieron puesto que su intención era hacer una Talajara muy rápida y ése no era nuestro propósito.
También, hemos tenido el tremendo placer de hacer todo el recorrido junto a Jesús, segundo año que viene y ha conseguido finalizarla como un campeón. Y como su planteamiento era el mismo que el nuestro, nos unimos al salir y dejamos atrás Talavera por el Cordel de Talavera, itinerario alternativo al de otros años para evitar aglomeraciones. Una larga recta con mucho polvo nos lleva a la Vía Verde de la Jara en Calera y Chozas y al primer avituallamiento líquido del recorrido.
Al estar el terreno muy seco y no encontrar montoneras, los primeros kilómetros se hacen rápido aunque no llevábamos prisa alguna. El trazado de la Vía Verde es muy cómodo y al salir del segundo túnel nos encontramos con la parte más bonita y espectacular de todo el recorrido: el Viaducto sobre el río Tajo y el pantano del Azután. Como todos los años, unas fotos de recuerdo, previa grabación en vídeo por parte de la organización de nuestro paso por el puente.
La continuación del recorrido discurre con una suave subida (o falso llano) por la Vía Verde hasta el segundo avituallamiento solido, en Aldeanueva de Barbarroya. Es necesario comer y beber para empezar a subir cuestas.
Reanudamos la marcha y toca "trabajar". Salimos del pueblo con una complicada subida debido a los arrastres del agua y empezamos a rodar por los montes con alguna que otra bajada "delicada". El paso por la localidad de Belvís de la Jara te regala una larga y constante subida a la salida del pueblo y una bajada rápida y peligrosa en donde encontramos montonera debido a una caída. Dejamos paso a un vehículo de la Organización para que asista al herido y continuamos bajando.
Antes de llegar al siguiente y esperado avituallamiento, hay que subir la famosa e intransitable Cuesta del Burro. La precede una fuerte subida que, con calma y plato pequeño, no se resiste. En la Cuesta del Burro no te lo planteas: te bajas y subes andando. Fuerte desnivel, muchísimas piedras y terreno muy suelo junto con muchas bicicletas forman una hilera interminable de sufridores.
En lo alto de la Cuesta nos juntamos con los biker de la ruta de 120 km., lo que provoca otra montonera que se mantiene en casi toda la bajada. Primero por el mal estado del suelo y el gran número de bicicleta. Y segundo, porque hay que dejar paso al vehículo de la organización que traslada al herido y tiene que circular muy despacio. Esto hace que no se le pueda adelantar y ralentice toda la bajada.
Por fin llegamos a Alcaudete de la Jara tras 50 km y damos buena cuenta en el tercer avituallamiento de las famosas migas y la limonada. Ambientazo en la plaza; cuesta encontrar hueco. Migas, limonada, fruta, quesitos, etc.., y agua e isotónicas para continuar la marcha durante otros 30 km..
Salimos del pueblo con "más peso" que a nuestra llegada y, como todos los años, nos alejamos de Alcaudete por una larga e interminable subida. Suave al principio y muy fuerte al final. Y todo ello, con muchísimo calor. Tras la bajada y después de rodar por caminos pedregosos, llegamos al cuarto avituallamiento líquido/sólido: El Membrillo. Hacemos una parada pero no para beber o comer, sino para refrescarnos en la fuente de la plaza. Hay que bajar la temperatura de la cabeza. Tenemos que pasar por terreno de toboganes y hay que ir frescos.
Quizás la zona de toboganes por las fincas sea los más divertido de todo el recorrido. Los haces a ritmo evitando paradas. algunas subidas exigentes y una larga, pronunciada y peligrosa bajada hasta las inmediaciones de Talavera.
Los últimos kilómetros de llaneo y cruzamos el puente romano sobre el río Tajo para llegar, de nuevo, al Polígono de Talavera. Entramos en el tubo y pasamos bajo el arco de control para finalizar nuestra octava Talajara.
Espero que las fuerzas nos acompañen para llegar con un buen tono a la novena edición; y así disfrutar de esta comarca, del gran ambiente, de la buena organización y poder disfrutar la mañana de un domingo con amigos y compañeros.
VIDEO Y FOTO DEL PASO POR EL VIADUCTO
DATOS DEL RECORRIDO:
Velocidad media en movimiento: 16,2 km/h
Velocidad máxima: 39 km/h
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