DESTINO: ARANJUEZ
Vuelvo a repetir este recorrido en el blog porque, esta vez, no he tenido la necesidad de echar el pie a tierra manteniendo, casi, el mismo itinerario que hice con Pablo.
Cuando ruedas muchos kilómetros por carriles bici llega a hacerse algo monótono. Pero cuando los haces en grupo es mas llevadero. A las 08:35 de la mañana empezábamos a rodar Paco, Jose Luis, Peke, Rivas, Camu y el que escribe, desde el Parque de Las Cruces (Aluche), junto al estacionamiento. Posteriormente se nos unirán Beni y Richi.
Empezamos pedaleando por el carril-bici del Anillo Ciclista con sentido a Usera. A pesar de los múltiples cruces de la Avenida de los Poblados, llegamos muy pronto al Hospital 12 de Octubre y continuando por el carril entramos en el Parque del Manzanares. Creo que merece la pena visitar este parque, con buenas vistas sobre Madrid y con la posibilidad de salirte de la ciudad junto al Río Manzanares.
Paralelos al río bajamos hasta Villaverde Bajo y nos desviamos a la derecha para llegar al cruce de la Avdª de Rosales con la calle de Zafiro, en donde esperamos que se incorporen al grupo Beni y Richi. Continuamos pedaleando por una zona terriza y por el parque llegamos a la calle Hulla. Giramos a la izquierda y subimos por la acera para entrar en el carril-bici con sentido a San Martín de la Vega.
La monotonía de este tipo de carriles se hace mas llevadera cuando vas hablando. Pero con el paso de los kilómetros llegamos a La Marañosa. Muy cómoda subida en este sentido. Al coronar, unas almendritas del Peke y varias vejigas que quieren vaciarse. Seguimos con sentido a San Martín de la Vega y, tras unas rápida bajada llegamos a la rotonda de Gozquez de Abajo. Giramos a la izquierda y entramos en una pista de tierra que nos adentra en los campos de cultivo. De esta forma llegamos a la M-506. Giramos a la izquierda y por el arcén, en unos escasos 400 m, cruzamos el puente del río Manzanares y entramos en la pista de tierra, muy bacheada por el paso de vehículos, que nos hace pasar por la Urbanización de la Vega de Pingarrón.
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| Imagen aérea de la subida |
Ahora toca subir. El camino obliga a girar a la izquierda y rápidamente hay que hacer uso de los cambios. No hemos llegado a lo peor y se va notando el esfuerzo. Llegamos al desvío de la gran subida. La última vez que vine por aquí cogí el camino de la derecha y tuve que acabar andando. Esta vez vamos a continuar de frente. Los metros de ascensión son los mismo, pero la distancia es algo mayor. Por eso creo que debe de ser mas cicable que el camino de la derecha.
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| Camino a seguir |
Cada uno a su ritmo vamos subiendo por un camino que, quizás para mantenerlo transitable, está bastante cargado de gravilla. La ruedas patinan y la subida es muy constante. La piedras crean inestabilidad sobre la bici; pero, poco a poco vamos viendo el final y ¡por fin! coronamos la ascensión sin bajarnos de la bici, aunque no todos. Estos retos forman parte de lo bonito de este deporte.
Después de reagruparnos bajo una encina, continuamos nuestra marcha por el Cordel de la Senda Galiana. Buen camino que hace coger cierta velocidad y nos regala unas rápidas bajadas hasta que llegamos a Titulcia. Atravesamos el pueblo bordeándolo por la izquierda y salimos a la rotonda del cruce con la M-404. Seguimos de frente y justo antes de llegar al puente sobre el río Tajuña giramos a la derecha y entramos en la vía pecuaria. Otra pista de tierra muy bacheada por culpa del paso de vehículos.
Esta larga y polvorienta recta nos lleva hasta la rotonda de la M-305. Sin dejar el camino, seguimos paralelos a la carretera y la atravesamos por un túnel. Pasado éste, giramos a la izquierda y por vías pecuarias llegamos a las proximidades de Aranjuez dejando las urbanizaciones a nuestra derecha.
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| Entrada a Aranjuez |
Así llegamos al Paseo de la Princesa, ya en Aranjuez. Lo cruzamos y seguimos de frente por una larga y sombría recta que nos conduce hasta un meandro del Río Tajo. Al llegar a la M-305, y dado que nos encontramos con el carril de salida, cogemos el camino de tierra del margen derecho hasta el puente sobre el Río Tajo. Pasado éste por el lado derecho, giramos a la derecha y entramos en el parterre del Palacio Real. Fin de la ruta con una distancia de 61,40 km.
Pero con el espíritu cicloturista, Paco nos "invita" a entrar a los Jardines del Palacio. Y una vez dentro, el vigilante de turno nos indica que no pueden pasar las bicicletas, ni tan siquiera andando con ellas. Así que la foto de recuerdo y al Parterre para dejar otra instantánea para el recuerdo.
Por cierto, los accidentes ocurren cuando menos te lo esperas. Y justo cuando entrabamos en los jardines a Rivas se le sale una rueda de la bici ¿? No somos nadie.
Y aquí, aparece Alí, que con su amabilidad se hace amigo de Richi y nos vamos a tomar unas jarras a 2 €. Y, por no levantarnos de la silla, acabamos comiendo para celebrar una buena mañana ciclista. El regreso lo hacemos en RENFE. Beni en su coche y Richi (¡que moral!) 18 km más hasta su casa sobre la bici.
PERFIL ALTIMÉTRICO:
PLANO DE LA RUTA:
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