Renovarse o morir. Eso dicen los entendidos.
Y eso es lo que he hecho con la ruta de hoy, la cual ya está publicada en este
blog. La diferencia radica en que he ensanchado la ruta para meterle más
kilómetros, y la he grabado con el gps. Además, tengo que decir que he
disfrutado de un gran recorrido.
Con la ventaja que supone conocer el terreno
por el que vas a pasar, decido empezar la ruta calentando piernas por pequeñas
carreteras sin tráfico junto a Escalona. Para ello, me “aprieto” la subida
desde el río al Castillo y me dirijo con una temperatura muy agradable y con un
trazado de sinuosas curvas y sube-baja hasta Aldea en Cabo; y desde allí, hasta
Paredes de Escalona para meterme en la cantera.
Logro coronar la cantera y pasar el arroyo
sin bajarme de la bicicleta. Cruzo la carretera y empiezo el largo ascenso
entre cercas y almendros.
De esta forma corono el ascenso por caminos hasta
pasar la Finca de Gilgal. Luego, una larga subida por un carreterín de viejo
asfalto y una rápida bajada hasta Cenicientos con la Peña de Cenicientos al
fondo.
Me encuentro el pueblo con el típico
mercadillo y engalanado para sus fiestas. Paseo un rato entre la gente en busca
de una sucursal bancaria y voy comiendo mientras ando. Junto al Monumento al
Toro, en la Plaza de España, inmortalizo con una foto el momento.
Salgo del pueblo camino de Cadalso de los
Vidrios y dejo a mi izquierda la entrada a la subida de la Peña de Cenicientos.
A mi derecha encuentro mi desvío. Intuyo que voy a encontrarme con un fuerte
desnivel porque el acceso esta hormigonado. A la entrada, una flecha amarilla
indica que voy por el Camino de Santiago de Levante.
Lo dicho, tremenda bajada que, tras el
hormigón, me recibe con un mal y erosionado terreno.
Un constante sube-baja por caminos mejorados
por las máquinas me llevan hasta la vieja M-542. Giro a la izquierdo y subió a
Cadalso de los Vidrios. Sigo buscando una sucursal bancaria y me detengo,
primero, en la Gasolinera Repsol para refrescarme en el baño y reponer agua.
Justo en la esquina, inmortalizo el momento con una foto junto al Monumento al
Cantero. Seguidamente, una parada de rigor para tomar café con unos amigos, que
me sitúan junto al BBVA.
Salgo del pueblo por la destartalada M-542 en
una larga y suave bajada, con alguna pequeña subida hasta que finaliza esta
vetusta carretera en la M-544. Justo en frente me encuentro la pista de arena
que me va a llevar hasta Almorox, pero “regalándome” una tremenda bajada por un
carreterín hormigonado dado su fuerte desnivel.
Llego a Almorox junto a su cementerio y tomo
la carretera a mi derecha para desviarme junto al campo de futbol y dejar una
foto para el recuerdo junto a la placa de la Ruta del Lazarillo.
Como mis piernas me piden más kilómetros y el
calor no me está pasando factura, decido bordear la zona del pequeño
“aeropuerto” y me desvío para tomar el Camino de Almorox al Almorojuelo. Así,
llego a la entrada de la Finca del Alamín y por la derecho subo hasta la
Urbanización de Valcarrillo. Por carretera paso junto al Alomorojuelo y bajo el
complicado pedregal para situarme bajo el Castillo de Escalona.
Finalizo diciendo que este recorrido me
parece espectacular. Son prácticamente 60 kilómetros con un accesible desnivel
positivo que supera los 1000 metros, por unos parajes preciosos y rodando por
terrenos muy variados. Una salvedad: no haría el recorrido en el sentido
contrario.
DATOS DEL RECORRIDO:
Velocidad media en movimiento: 15 km/h
Velocidad máxima: 46 km/h
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