La posibilidad de plantearte continuamente nuevos retos es una de las cosas que más me apasionan de este deporte. Si lo añado a mi interés de encontrar caminos que enlacen mi casa con otras localidades, sin transitar por carreteras, el resultado sería la ruta de hoy.
El reto de llegar desde Escalona hasta Toledo solamente rodando por caminos es lo suficiente atractivo como para no intentarlo. Me he traído preparado el posible recorrido haciendo uso de las rutas ya realizadas hasta localidades como Caudilla o Torrijos, o la curiosas Ruta de los Castillos. El resto, es terreno nuevo.
La propuesta hace mella en Ángel y se apunta sin pensarlo a pesar de tener que empezar a pedalear a las 07:00 horas de la mañana. Con las primeras luces del día y aprovechando el frescor mañanero, partimos por el camino que llega a la Urbanización de Los Cuervos y cogemos el primer camino de la derecha. La idea es realizar un recorrido lo más recto y corto posible, aunque para ello tengamos que atravesar los metros de pastizales junto a la Vereda de Escalona a Maqueda por culpa del pésimo estado del suelo. El terreno segado ayuda a que podamos pedalear durante 1600 metros hasta llegar a lo alto de la loma.
Al pasar un cruce de caminos, seguimos de frente y emprendemos una cómoda bajada hasta Maqueda, pedaleando por el interior de sus calles para subir por una pequeñas escaleras hasta el Castillo.
Salimos del pueblo y pasamos bajo la autovía A-5 para tomar la salida con sentido a Madrid y desviarnos en el primer camino que tenemos a nuestra derecha. Lo bueno de haber madrugado es que toda la zona de pastizales y campos cultivados lo pasamos sin mucho calor, no habiendo despuntado los cálidos rayos de sol. Así, poco a poco y por un terreno ligeramente ascendente llegamos hasta Caudilla, población prácticamente deshabitada que conserva unas pequeñas ruinas de un casi inexistente castillo.
Dejamos las ruinas a la derecha y seguimos por una larga y rectilínea pista que nos aproxima a la localidad de Torrijos, que dejamos a nuestra derecha, y nos adentra en el pueblo de Barcience, habiendo dejado a nuestra izquierda su castillo, que decidimos no visitar. Pero aprovechamos para realizar una pequeña parada de avituallamiento junto a su Ermita, a la salida del pueblo.
Reanudamos la marcha pedaleando por la llanura de campos de cultivos y nos aproximamos al siguiente pueblo, Rielves, rodando junto a extensos campos de tomateras. El paso por Rielves no nos ofrece nada interesante, aunque a la salida debemos reparar una rueda de Ángel.
El Sol empieza a apretar y rodamos por unas anchas pista con inexistentes sombras hasta llegar a las inmediaciones del Río Guadarrama, metros antes de su desembocadura en el Río Tajo.
Dejamos las ruinas a la derecha y seguimos por una larga y rectilínea pista que nos aproxima a la localidad de Torrijos, que dejamos a nuestra derecha, y nos adentra en el pueblo de Barcience, habiendo dejado a nuestra izquierda su castillo, que decidimos no visitar. Pero aprovechamos para realizar una pequeña parada de avituallamiento junto a su Ermita, a la salida del pueblo.
Reanudamos la marcha pedaleando por la llanura de campos de cultivos y nos aproximamos al siguiente pueblo, Rielves, rodando junto a extensos campos de tomateras. El paso por Rielves no nos ofrece nada interesante, aunque a la salida debemos reparar una rueda de Ángel.
El Sol empieza a apretar y rodamos por unas anchas pista con inexistentes sombras hasta llegar a las inmediaciones del Río Guadarrama, metros antes de su desembocadura en el Río Tajo.
A partir de esta zona, el verde de la vega del Guadarrama, y sobre todo, las inmediaciones del Tajo, nos acompañan, y nos dirigen hacia una pequeña carretera pavimentada y sin pintar que nos obliga a cambiar los desarrollos y emprender una larga pero accesible subida, la única en toda la ruta.
Como todo lo que sube baja, nuestras bicicletas se lanzan en busca de nuestro objetivo, Toledo, que vislumbramos al fondo con su imponente Alcázar. Para los que nos gusta este mundillo del MTB y las rutas, visualizar la localidad propuesta como fin de ruta nos aporta un pequeño "subidón de moral" que alegra nuestro pedaleo.
Entramos en Toledo junto al Restaurante El Chuletero y, pasado los Recintos Feriales, nos adentramos en la zona, para mi gusto, más bonita de toda la ruta. La Senda Ecológica que circunvala la ciudad a orillas del río Tajo es espectacular. Ya la conocía por haberla recorrido en otras ocasiones, pero he de decir que no te cansas de pedalear por sus pequeños senderos junto a las aguas del río. Los cinco kilómetros de sombra viendo el río Tajo hasta llegar a la Puerta de Álcántara, pasando bajo el Puente de San Martín, hacen que el final de la ruta sea espectacular.
Tras las oportunas fotografías, continuamos pedaleando río arriba para llegar hasta la Estación de Autobuses. Al tratarse de una ruta lineal, toca regresar a casa en autobús. La Empresa Álvarez tiene linea regular hasta Almorox y nos facilitan guardar, sin cargo, las bicicletas en la bodega del bus. Previamente, toca reponer líquidos y celebrar el reto del día con una par de jarritas de rubias fresquitas.
El regreso en bus nos permite recrearnos en muchos momentos del recorrido y en la posibilidad de disfrutar de una fantástica mañana ciclista visitando parte de una preciosa ciudad, Toledo. Una ruta tranquila, rodadora y muy ciclable al alcance de aquellos que no les importe cubrir más de 60 kilómetros. Un recorrido para repetir. Y como apoyo a todo lo narrado, dejo al final del artículo un pequeño video que ilustra mejor todo lo narrado.
DATOS DEL RECORRIDO:
Total kilómetros: 61,500 km
Velocidad media en movimiento: 15 km/h
Velocidad máxima: 47 km/h
Altitud máxima: 566 m.
Altitud mínima: 403 m.
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