Hoy me he
planteado hacer una ruta de las que tienen algo especial. Normalmente las preparo
intentando unir Escalona con otras localidades. Esta vez añado un ingrediente
más: esas localidades han de tener una historia visible y perdurable en el
tiempo, un castillo.
Inicio la
marcha partiendo junto al Bar el Espejo en las Urbanizaciones de Escalona, y
decido empezar por acercarme hasta el Castillo-Palacio de Escalona. Lo hago así
porque, para llegar a él, me toca subir la cuesta hasta el pueblo, y aunque sé
que en frío se hace un poco pesada prefiero hacerlo ahora que cuando regrese
con un montón de kilómetros en las piernas.
Atravieso el
Puente Romano sobre el río Alberche contemplando la bella imagen del castillo y
su muralla. Me detengo ante su puerta de entrada y observo lo insignificante
que es una bicicleta ante sus grandiosos muros. Pero hoy, esta insignificante
bicicleta va a “conquistar” cinco castillos y un palacio.
He empezado
por el
Castillo-Palacio de Escalona. Es visitable los sábados por la mañana y se
compone de la fortaleza propiamente dicha y de un extenso palacio mudéjar.
Fue inicialmente una fortaleza romana, que posteriormente fue ocupada por
los musulmanes. En el año 1281, la fortaleza pasó al poder del infante
don Manuel de Castilla. Don Álvaro de Luna, privado del rey Juan II de
Castilla, lo engrandeció y construyó el palacio, convirtiéndolo en el
centro de sus posesiones. El
palacio-fortaleza fue destruido por varios incendios, alguno ya en época de Don
Álvaro de Luna. Hoy día está en ruinas aunque ha sido restaurado en parte. Es
de propiedad privada.
Reanudo la
marcha y me regalo la agradable bajada hasta el puente romano, dirigiéndome a
Maqueda para “conquistar” el Castillo de la Vela. Para ello, tengo que coger el
camino que accede a la urbanización de Los Cuervos y, antes de entrar en ella,
tomo el camino de mi derecha y no le dejo hasta llegar al Arroyo de Prada; hoy
sin agua.
Tal y como
ya comenté en las Rutas de Caudilla y Torrijos, vuelvo a encontrarme con la
Vereda de Val de Santo Domingo a Escalona en un estado deplorable. Menos mal
que en algunos tramos se puede rodar por los campos de cultivo adyacentes,
primero por la izquierda y luego por la derecha. No tengo necesidad de echar el
pie a tierra, pero me doy cuenta que voy a tener un compañero de viaje un tanto
desagradable: el viento de cara.
La entrada a
Maqueda la hago por la izquierda junto al polideportivo y, tras cruzar la
travesía, llego a las escaleras que me dan acceso a la puerta principal del Castillo
de La Vela.
El castillo
de la Vela o de Maqueda se encuentra sobre las bases de una precedente
fortaleza árabe y, al menos en su interior, nunca fue terminado de
construir. En el siglo XV fue reconstruido y ampliado por Gutiérrez
de Cárdenas. Al trasladarse los dueños del castillo al municipio toledano de Torrijos,
la fortaleza quedó sin uso y fue deteriorándose. El Estado español la
consolidó e instaló en su interior un cuartel de la Guardia
Civil, dándole así una función, y un organismo conservador. Uno de sus antiguos
moradores fue la reina Isabel la Católica.
Todas las
fachadas son visibles desde la carretera, excepto la cara norte. Para verla,
una vez que hemos subido los escalones, vemos a la derecha la entrada
principal. A la derecha de ésta encontramos la entrada a un frondoso parque que
oculta la mencionada fachada. Merece la pena entrar para contemplarla.
Después de
la “conquista” de mi segundo castillo continúo pedaleando camino de Caudilla.
Al llegar a la Base de Mantenimiento de la A-5 cojo el camino que baja al
Arroyo Grande y que es paralelo a la incorporación a la A-5, sentido Madrid. Si
cogiera el camino que bordea la Base llegaría hasta un olivar intransitable que
describí en la RUTA Nº 22. Al llegar a la primera intersección giro a la
derecha, dejando en ese margen un granero. Bajo, de nuevo, al Arroyo Grande y voy dejando el olivar a mi
derecha.
Así, poco a
poco llego a Caudilla, municipio perteneciente a Santo Domingo-Caudilla. Cruzo
la TO-1132 y me encuentro con un pueblo deshabitado. De frente tengo el camino
de tierra que debo seguir. Pero si quisiera ver la calle principal de este
peculiar pueblo, debería de coger la calle de mi derecha. Única calle del
pueblo.
Al rebasar
el pueblo por el camino de tierra me encuentro un solitario y derruido
castillo. El Castillo de Caudilla, también conocido como Castillo de
Rivadeneyra fue construido en el siglo XV (1449-1450) por Don Hernando
de Rivadeneira, Mariscal de Castilla. Actualmente, solo quedan una pequeña
torre circular, una imagen de un santo arriba y parte de la derruida
torre del homenaje. Se encuentra protegido con vallas por los derrumbes, aunque
se puede acceder por su parte posterior.
Dejo atrás
este castillo, que poca resistencia me ha ofrecido, y sigo de frente con
destino a Torrijos. Al llegar al cruce con la Cañada Real Segoviana giro a la
derecha e, inmediatamente, vuelvo a girar a la izquierda y emprendo una bajada
hasta la desdoblada N-403, dejando a mi izquierda un gran aljibe.
Paso bajo la
N-403 y, de frente, entro en Torrijos. Cruzo todas las intersecciones sin
desviarme y llego a la Plaza de San Gil donde está situado el Palacio del Rey
Don Pedro I el Cruel; hoy, sede del Ayuntamiento de Torrijos. Bien es cierto
que no es un Castillo, pero por la belleza de este edificio bien merece la pena
incluirle en las “conquistas” de hoy.
El Palacio
del rey don Pedro I El Cruel fue
levantado en época del rey Alfonso XI y hermoseado por Pedro I; después pasó a
manos de Doña Teresa Enríquez, quien fundara en él un convento de monjas de la
Inmaculada Concepción.
Como ya he
dicho, el Palacio es hoy la sede del Ayuntamiento de Torrijos y de su Policía
Local, después de que en los años 90 el Consistorio lo adquiriese y lo
sometiera una profunda rehabilitación.
Después de
un pequeño avituallamiento continúo la marcha, comprobando que la fuente frente
al palacio no tiene agua al carecer de grifos. Salgo de Torrijos junto a su
plaza de toros y giro a la izquierda para llegar, de nuevo, a cruzar bajo la
N-403. Seguidamente, giro a la derecha y a pocos metros tomo un camino que sale
a mi izquierda y que me va a llevar a mi próximo objetivo: el Castillo de
Barcience.
En pocos
kilómetros diviso a lo lejos, y sobre una loma, mi próxima conquista. Llego a
Barcience dejando a mi derecha unas urbanizaciones. Atravieso esta pequeña
localidad y, dejando a mi izquierda el cementerio, diviso este bonito castillo
protegido por un pequeño pinar. No me queda más remedio que entrar en una dura
batalla: plato pequeño, aprieto los dientes y subo una empinada rampa hasta que
llego a los pies de sus murallas.
El Castillo
de Barcience se eleva sobre un cerro desde el que domina la localidad
de Barcience. Esta localidad fue una zona fortificada desde los siglos XI y XII.
Su planta casi es cuadrada. Destaca su torre del homenaje,
igualmente de forma cuadrada. En su muro exterior hay grabado un
enorme león rampante, que es el emblema de la familia
Silva, Condes de Cifuentes. La construcción del castillo la comenzó Juan
de Silva y su nieto fue quien la concluyó. Se encuentra bien conservado, a
pesar de su falta de vigilancia; y se puede acceder a él.
Dejo atrás
este castillo y, por el único camino que tengo al frente, llego a la localidad
de Huecas, privada de castillos y palacios pero con la iglesia de San Juan
Bautista que me recibe y me indica que por el camino de su izquierda, que
bordea el pueblo, voy a llegar hasta la Fuente del Caño. Lugar de descanso,
avituallamiento y renovación de agua fresca.
Como el
calor empieza a avisar, no me entretengo mucho y salgo del pueblo camino de
Novés por el señalizado como “Camino de Santiago del Sudeste” y que corresponde
con el Camino de Escalona. Atravieso la TO-3927 que une Torrijos con Fuensalida
y rodando siempre de frente llego hasta la localidad de Novés. Atravieso
completamente el pueblo y junto al polideportivo me dirijo por una amplia pista
hasta el Poblado de San Silvestre.
Llegando al
Arroyo Grande del Molinillo observo sobre la loma una de las fachadas del
Castillo de San Silvestre. Llego hasta el poblado y lo encuentro completamente
vallado. Este castillo se me resiste. Tengo que bordear todo el poblado y, en
vez de dirigirme hacia Quismondo bajo con sentido al Arroyo y, cuando finaliza
la valla de la finca, dejo la bicicleta fuera del camino y subo un montículo
para enfrentarme cara a cara con el último castillo de esta ruta.
En lo alto
del montículo, y por encima de la alambrera, encuentro la fachada sur del
castillo, en muy buen estado de conservación.
El Castillo de San Silvestre es un castillo situado
en el municipio de Novés. Se
asienta en la antigua villa de San Silvestre (actualmente es una finca
privada), de la que sólo queda la pequeña parroquia que sólo se abre
el 31 de diciembre, y varias casas de labor. El castillo de San Silvestre
fue construido por el comendador Gutiérrez de Cárdenas en el siglo
XV. Es un castillo pequeño, similar al castillo de Maqueda. La planta del
edificio es cuadrada y conserva tres de sus fachadas, una de
ellas casi completa, lo que permite observar algunos detalles de su
construcción. Se encuentra en estado de ruina consolidada.
Después de
conseguir mi última conquista, abandono este poblado por la Colada de Escalona,
llegando a la localidad de Quismondo, donde hago una pequeña parada para comer
y beber, reponiendo agua de su fuente, rodeada por los puestos del asiduo
mercadillo de los miércoles.
Para
finalizar esta ruta dejo atrás Quismondo cruzando por el puente sobre la A-5 y
girando a la izquierda cojo la Cañada de Escalona que la encuentro a mi
derecha. Sigo este camino que ya describí en la Ruta nº 1 y tras pasar junto al
antiguo vertedero, llego a las urbanizaciones de Escalona del Alberche, junto a
la Gasolinera de Farruco. Giro a la derecha y junto al Bar el Espejo finalizo
esta bonita ruta que me ha hecho recorrer una distancia superior a los 65
kilómetros tras “conquistar” cinco castillos y un palacio.
DATOS DEL RECORRIDO:
Total kilómetros: 65,80
Tiempo total invertido: 4h:34'
Tiempo en movimiento: 3h:59'
Tiempo detenido: 0:35'
Velocidad media en movimiento: 16 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 690 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 620 m.
Altitud máxima: 581 m.
Altitud mínima: 419 m.
PERFIL ALTIMÉTRICO:
PLANO DE LA RUTA: