miércoles, 23 de octubre de 2019

CAMINO DE SANTIAGO PORTUGUÉS: De Lisboa a Santiago por la costa


El pasado mes de Septiembre finalicé en compañía de Óscar y Fran el cuarto Camino de Santiago: El Camino Portugués por la costa (de Lisboa a Santiago). Un recorrido que nos ha enseñado espectaculares paisajes cubriendo una distancia de 694 kilómetros distribuidos en 9 etapas.




Un Camino distinto de una belleza extraordinaria y con el premio de llegar hasta la Catedral de Santiago en la Plaza del Obradoiro. 




Con el fin de no olvidar esta preciosa aventura, he montado otro blog con toda la información obtenida y estructurado como los tres anteriores. a la derecha de esta interfaz se encuentran los iconos para acceder a todos los blog. Pero si alguien está interesado en conocerlo, puede hacer click en el siguiente enlace:




ULTREIA

viernes, 30 de agosto de 2019

ESCALONA-STª CRUZ DE RETAMAR-PORTILLO DE TOLEDO-QUISMONDO


Hacía tiempo que no recorría esta tranquila y rápida ruta circular hasta Portillo de Toledo. Sencillo recorrido que inicio entrando en la Finca del Alamín y me hace subir sus rampas con las piernas frías. Al salir de la Finca y tras otros tres kilómetros, me desvío a la derecha en el cruce de la torre eléctrica para bajar hasta Santa Cruz de Retamar.

Un trazado rápido sobre la ancha pista que es el Camino de la Cruz Verde. De este modo, entro en Santa Cruz de Retamar y debo atravesarla por completo, y sin desviarme, hasta llegar a la Cooperativa Vinícola y coger el Camino de Portillo.

Otro rápido camino que desciende hasta la localidad de Portillo de Toledo, habiendo dejado a mi izquierda el campo de fútbol de Santa Cruz y accediendo a Portillo por su Punto Limpio. Decido entrar en el pueblo hasta el cruce donde está el Monumento al Galgo y hago un pequeño descanso junto a la fuente. Un cartel indica que no es apta para el consumo y decido hacerle caso y beber de mi botella. Una pena.





Vuelvo a pedalear para regresar a casa, pasando antes por Quismondo. A lo largo del camino indicado como Colada del Camino de Portillo, paso varios arroyos secos. Pero uno de ellos está lleno de agua con el terreno hormigonado. Toca vadearlo y mojarse mientras pedaleo. Se me calan los pies por su profundidad.

Todo este tramo del recorrido es un secarral. Campos cosechados, ninguna sombra y algunos olivos por la cercanía. El calor empieza a apretar y llego a Quismondo entrando por la calle del Camino de Portillo que me sitúa junto a la fuente.




Un pequeño descanso para lavarme y reponer agua y emprendo el regreso a casa por el camino señalizado como Camino de Santiago que me lleva hasta los terrenos del antiguo vertedero de Escalona y me introduce en las urbanizaciones donde finalizo esta ruta.


Cómoda ruta de 45 kilómetros en menos de dos horas y media de pedaleo con una buena media de velocidad y pocos metros positivos de ascensión. Precaución al atravesar algunas carreteras comarcales. Quería haberla prolongado, pero el calor aprieta. Otro día será.


DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 45,20 km
Tiempo total invertido: 2 h 41' 06''
Tiempo en movimiento: 2 h 25' 46'' 
Tiempo detenido:   15' 20'' 
Velocidad media en movimiento: 18,60 km/h
Velocidad máxima: 45 km/h
Altitud mínima: 423 m.
Altitud máxima: 602 m.
Desnivel acumulado ascendiendo: 510 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 508 m.



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PLANO DE LA RUTA


domingo, 25 de agosto de 2019

ESCALONA-FINCA TEJONERAS-CAÑADA DE TALAVERA


Para la ruta de hoy teníamos dos propuestas, siempre con la idea de realizar recorridos nuevos, aunque algunos tramos nos resultaran conocidos. Debido a que hoy nos iba a acompañar por primera vez Alfonso y con el propósito de no endurecer el recorrido, optamos por la versión más suave, en teoría.

Esta ruta intenté hacerla hace un tiempo y la interrumpí a mitad de camino, quedando guardada en este blog como RUTA Nº 27: ESCALONA-VILLA DEL PRADO-FINCA TEJONERAS. Por eso, la idea es poder completarla aún sabiendo de la dureza de algunos tramos.

Arrancamos a las 08:00 horas y vamos calentando las piernas con destino a Villa del Prado manteniendo el clásico recorrido a través de la Finca de El Alamín.




Un tranquilo paseo mientras vamos conociendo a Alfonso nos sitúa en Villa del Prado habiendo cubierto los primeros 22 kilómetros. Como el resto del recorrido va a ser fuera de poblaciones, aprovechamos para reponer agua, comer y continuar la marcha.




Salimos de Villa del Prado atravesando la M-507 y junto a la constante presencia de cruceiros empezamos a ascender. Terreno algo técnico, por momentos, en un pequeño camino de servidumbre vallado a ambos lados.




Llegamos, así, hasta la primera cancela de entrada a la Finca Tejoneras, lugar donde hace tiempo finalicé la ruta y regresé a casa. Atravesamos la valla y el camino sigue siendo ascendente y duro en muchos tramos. La cota de altura va subiendo y las huertas de Villa del Prado quedan muy lejanas.





Antes de salir de la Finca Tejoneras tenemos un pequeño percance en forma de pinchazo en una de las ruedas de Alfonso. Tiempo de descanso que sirve para su reparación y retomar la ruta en una constante ascensión.




Realmente, estos 11 kilómetros desde que salimos de Villa del Prado pasan factura a las piernas y la técnica del Tren de San Fernando se hace visible en algunos momentos. Menos mal que el paisaje que tenemos a nuestro alrededor  nos hace el sufrimiento más llevadero




Con paciencia y mucho plato pequeño culminamos esta parte de la ascensión y llegamos, por fin, a la Cañada de Talavera. Una ancha y cuidada pista que nos desentumece las piernas y acelera la marcha.




La continuidad de la Cañada, a pesar de que la ancha pista sigue hacia delante, se realiza atravesando una vieja cancela sujetada con cuerda. Si hubiésemos seguido de frente hubiéramos llegado a la N-403 con sentido a San Martín de Valdeiglesias. Tras cerrar la cancela, rodamos un tramo por la Cañada y nos desviamos a la izquierda por un pequeño camino que nos introduce en una hondonada preciosa y divertida, en lo profundo de un bosque de encinas y pinos para volver a salir a la Cañada de Talavera justo antes de tener que atravesar la M-507.

Dejamos a nuestra izquierda la Urbanización de El Encinar del Alberche y descendemos por la Cañada por un tramo rápido y divertido, rodeados de pinos hasta llegar a la N-403 que debemos atravesar para continuar rodando por la Cañada de Talavera.





Como las fuerzas se van mermando y con el fin de que Alfonso se llevara un buen recuerdo de esta ruta, decidimos recorrer la mayor parte de esta Cañada por los bosques de pinos.



El problema es que, al final, vamos a llegar a una gran parte de los terrenos afectados por el gran incendio de finales de junio. Qué triste es ver el campo quemado, los árboles calcinados y algunas fincas afectadas.







Finalmente, llegamos a cruzar la M-544 (carretera que une Almorox con Cenicientros) y nos desviamos de la Cañada para hacer un pequeño descanso y emprender el regreso a casa.





Para que el final de la ruta nos deje un buen sabor de boca, descendemos por el rápido, sinuoso y divertido trazado del Camino de Santiago que cubre el tramo de Escalona a Cadalso de los Vidrio. De esta forma, llegamos a Paredes y, desde allí, cuatro tranquilos kilómetros hasta Escalona, entrando dentro del pueblo para celebrar esta ruta con unas buenas y frías cervezas.




La totalidad del tiempo invertido en esta ruta tiene incrementado el tiempo destinado a tomar unas cervezas. Aún así, más de tres horas y 51 minuto de pedaleo, ascendiendo 917+, hacen que los cuerpos se haya resentido, aunque las cervezas alivian, y mucho, los dolores.

Una gran ruta de 56 km, por unos parajes duros pero preciosos. Un entorno fantástico entre encinares y pinares. Tramos técnicos en subidas y bajadas, fuertes y largas subidas y rápidos descensos hacen que, seguramente, volvamos a repetirla.


Espero que esta experiencia no le haya pasado factura a Alfonso y se atreva a volver a pedalear con nosotros. La ruta de hoy ha sido increíble.



DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 56,40 km
Tiempo total invertido: 5 h 45' 09''
Tiempo en movimiento: 3 h 51' 54'' 
Tiempo detenido:  1 h 53' 15'' 
Velocidad media en movimiento: 14,60 km/h
Velocidad máxima: 48 km/h
Altitud mínima: 371 m.
Altitud máxima: 849 m.
Desnivel acumulado ascendiendo: 917 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 860 m.



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PLANO DE LA RUTA


jueves, 22 de agosto de 2019

ESCALONA-ALDEA EN CABO-CENICIENTOS Y LA PIEDRA ESCRITA



Para no caer en la monotonía es necesario ir cambiando la orografía de las rutas. Viene bien para la vista y para el cuerpo. La de hoy no es una ruta larga, más bien corta, no llega a los 40 km. Pero a diferencia de la última, es una preciosa, divertida y dura ruta donde se pone a prueba la capacidad de las piernas cuando hay que subir.

Hacía mucho tiempo que no pedaleaba atravesando la localidad de Aldea en Cabo hasta que el año pasado regresé por unos fantásticos caminos que ya se me estaban olvidando. Hoy tocaba volver por esa exigente zona para llegar a Cenicientos.

En compañía de Ángel, arranco con el frescor de la mañana y la resaca del inicio de las fiestas en Escalona. La subida al castillo nos va calentando las piernas, y el sube-baja por la carretera TO-9321-V que nos introduce en el interior del pueblo de Aldea en Cabo acaban de prepararnos para lo que nos espera.

La carretera desaparece convirtiéndose en estrechas calles y dejamos el pueblo camino del Punto Limpio por una dura y larga rampa hormigonada que hace las delicias del plato pequeño. Pero cuando llegamos a la cota de altura de la zona, el terreno se hace mucho más suave y nos regala un bello paisaje de encinas y cercas con la compañía del Monte Berrocal a nuestra izquierda y, algo lejana, la Peña de Cenicientos a nuestra derecha.





Una buena pista se convierte en un entretenido y sombrío camino que nos hace pasar de la Comunidad de Castilla la Mancha a la de Madrid teniendo como testigos a un buen número de terneras que fueron testigos de cómo nos íbamos a aproximar al siguiente desvío. Cuando tomamos la ancha pista de nuestra derecha fuimos conscientes que la ruta de hoy no nos iba a salir gratis.




Largas y duras rampas que se iban intercalando entre falsos llanos nos aproximaban a Cenicientos. Cuando pensabas que ya se habían acabado, volvía otra, y otra. La anécdota de la subida nos la ha proporcionado una gran liebre que se vio rodeada entre un tractor que bajaba y los dos sufridores pedaleando que iban subiendo. La cercanía del pueblo  se intuía dada la proximidad de la Peña de Cenicientos. Cuando coronamos y pasamos de los 800 metros de altitud, tocaba bajar al pueblo con una subida más de regalo.




Una parada de avituallamiento en el pueblo en Plaza de Toros, que no es el ruedo y que está junto a una Casa Rural, nos hace recuperar un poco las piernas y nos dispone para regresar, teniendo como referente de la próxima parada, La Piedra Escrita.




Salimos del pueblo junto al polideportivo y una base de Autobuses e inmediatamente empieza un divertido, rápido, precioso y técnico descenso (muy técnico por momentos). Estrechos caminos entre cercas se mezclan con sinuosos senderos y nos llevan hasta las proximidades del escondido monumento arqueológico, La Piedra Escrita.




Decidimos pasar para llevarnos el recuerdo en formato foto. Para ello, debemos dejar las bicicletas junto a una cerca, saltarla y atravesar un seco arroyo. El solitario monolito granítico se encuentra junto a otro que se asemeja a los Toros de Guisando. Unas fotos de recuerdo y seguimos la ruta.












Tras volver a montarnos en las bicicletas, reanudamos la marcha para salir a la carretera CM-543 de Cenicientos a Paredes. A poca distancia tomamos un camino a nuestra izquierda que se convierte en sendero y nos lleva al alto de la vieja cantera de Paredes. El resto, bajar al pueblo y regresar a Escalona para cerrar una corta, pero bellísima y exigente ruta que seguro nos volverá a ver. Hoy no podíamos entretenernos mucho, las grandes obligaciones de los sufridos ciclistas no estaban esperando.






DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 37,90 km
Tiempo total invertido: 2 h 59' 47''
Tiempo en movimiento: 2 h 39' 37'' 
Tiempo detenido:  20' 10'' 
Velocidad media en movimiento: 14,30 km/h
Velocidad máxima: 45 km/h
Altitud mínima: 414 m.
Altitud máxima: 811 m.
Desnivel acumulado ascendiendo: 656 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 638 m.



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PLANO DE LA RUTA


martes, 20 de agosto de 2019

ESCALONA-STª CRUZ DEL RETAMAR-STª OLALLA (circular)


Aprovechando una fresca mañana, en compañía de Ángel, nos proponemos recorrer alguno de los pueblos cercanos a la Autovía A-5. No es zona de muchos desniveles, pero sí se le pueden meter kilómetros a las piernas. Y eso es lo que buscamos.

Vamos a realizar un recorrido circular que superará los 60 kilómetros. Bien podríamos llamar a este recorrido la Ruta de las Santas, debido a que pasaremos por Santa Cruz de Retamar y por Santa Olalla.

Iniciamos el recorrido desde Escalona por el Camino de la Torre para entrar en la Finca de El Alamín. Un nervioso jabalí nos acompaña durante un pequeño trecho del camino antes de emprender la subida por el encinar.




Con las piernas ya calientes, salimos de la finca y bordeándola llegamos a la intersección donde se encuentra una torra eléctrica. Cogemos el camino de la derecha y bajamos hasta Santa Cruz de Retamar por un entretenido y bonito camino que nos hace pasar bajo la A-5. Entramos al pueblo y tomamos una calle a la derecha que nos saca por el Camino de Novés. Rápido y llano camino que enlaza con el Camino de San Silvestre. Obviamente toma su nombre por llegar hasta la finca donde se encuentra el Castillo de San Silvestre, que solo puede ser visto desde fuera. Giramos a la izquierda y subimos a la localidad de Novés.

Al llegar a la plaza, cogemos la comarcal CM-4009 por la derecha y enlazamos con el Cordel de Santa Olalla, una ancha pista que nos llevara al túnel bajo la N-403. Dejando atrás la nacional y la autovía, nos lo tomamos con calma al ser una larga recta, con algún que otro banco de arena entre olivares, que nos lleva hasta la localidad de Santa Olalla, donde hacemos una pequeña parada en la fuente del parque infantil junto a la gasolinera Farruco. Un inciso para precisar que el agua de esta fuente sale un poco caliente en esta época, pero sirve para quitarte el polvo acumulado en el camino.






Seguimos la ruta cruzando la antigua Carretera de Extremadura y salimos del pueblo por un puente que salva la A-5. De las dos pistas que nos encontramos, cogemos la de la izquierda (el Camino de Nombela) para bajar más directo al arroyo y ascender tranquilamente para pedalear con viento de cara por la larga recta que nos sitúa en el siguiente pueblo, Hormigos. Nos detenemos un momento en la Fuente de El Caño para reponer agua, algo más fresca.





Ya solo queda rodar un poco más hasta llegar al barranco que bajamos con mucha más facilidad que cuando lo subimos, cruzando el seco Arroyo de Casasola y pedaleamos por la talada chopera hasta la urbanización de Villarta de Escalona. Debido a la gran cantidad de polvo en el camino, salimos a la pista principal que nos lleva hasta la Urbanización La Playa de Escalona y, desde ahí, regresamos a casa por el abandonado Lagos de Pesca.

Una larga, variada y entretenida ruta circular que supera los 60 kilómetros, pero complicada como haga mucho calor.




DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 64,20 km
Tiempo total invertido: 3 h 51' 28''
Tiempo en movimiento: 3 h 413' 09'' 
Tiempo detenido:  10' 19'' 
Velocidad media en movimiento: 17,40 km/h
Velocidad máxima: 42 km/h
Altitud mínima: 377 m.
Altitud máxima: 593 m.
Desnivel acumulado ascendiendo: 613 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 568 m.



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PLANO DE LA RUTA


viernes, 16 de agosto de 2019

ESCALONA-CENICIENTOS-CADALSO DE LOS VIDRIOS (tras el incendio)


El 28 de junio se produjo un incendio en la localidad de Almorox (Toledo). Las adversas condiciones meteorológicas contribuyeron a que las llamas se desplazaran a la Comunidad de Madrid afectando a los municipios de Cadalso de los Vidrios y Cenicientos, entre otros. Una semana antes recorrí parte de esos territorios con mis compañeros disfrutando de un entorno privilegiado para la práctica del MTB.

Mes y medio ha tenido que pasar para que me decidiera a recorrer esa bellísima zona de encinas y pinares. Las sensaciones de temor, rabia y tristeza iban a formar parte de esa ruta. Pero había que hacerlo. En compañía de Ángel me decido a meterme por “Las cenizas de Cadalso”.

Me decido a llegar hasta Cenicientos pasando por Paredes de Escalona y subiendo por la antigua cantera para ascender por un camino técnico y sin descanso hasta la finca Gilgo para continuar el ascenso por una pequeña carretera asfaltada y emprender la rápida bajada hasta Cenicientos. Junto al monumento al toro hacemos un pequeño descanso y nos preparamos para lo que nos espera.






Como otras muchas veces hemos hecho, continuamos por la carretera hasta el acceso a la pista de la Peña de Cenicientos. Pero cogemos el camino de la derecha marcado con flechas del Camino de Santiago. A partir de aquí, vamos a entrar en toda la zona abrasada. Da la sensación de estar a las puertas del infierno.




Nos dejamos caer por un camino que ha sido arrasado por las máquinas y que le han quitado su peligrosidad en el tramo de bajada. No sabes a dónde mirar. Todo es negro. Huele a ceniza. Se salva la tierra removida del camino. Nunca he pedaleado con tanta pena. Grabo algunas partes para tener un mal recuerdo de este momento. Algunas fincas están abrasadas. Las viñas son esqueletos carbonizados. Algunos pinos y encinas fueron devorados por las llamas desde su base o desde sus copas.




La suerte ha hecho que algunas casas se libraran de las llamas, pero otras mejor no recordarlas. Así salimos a la carreterilla que nos va a llevar a Cadalso. Las últimas zonas quemadas por este lado se encuentran a un kilómetro del pueblo. Decidimos subir hasta la gasolinera para refrescarnos e inmortalizar el momento con fotos con el monumento al Cantero.




Tomamos la decisión de regresar por la cantera de Cadalso y adentrarnos por el interior de otra de las zonas abrasadas. Bajamos hasta la Depuradora y, por el camino de la derecha, nos dejamos caer por una zona ennegrecida que me hizo recordar la frondosa vegetación de encontré hace mes y medio. Por momentos notamos el olor a tomillo y, reconozco, nos sirve de aliciente. La naturaleza es sabia y todo volverá a ser lo que era. Así llegamos hasta las Canteras. Grandes bloques de granito sirvieron de cortafuegos aunque alguno de ellos estaban ahumados.




Seguimos rodando viendo el triste horizonte donde lo que fue verde ahora es marrón. Más de lo mismo. Llegamos a la Cañada Real Talaverana y la cogemos por la derecha hasta que tenemos que pararnos junto a un enorme pino centenario cuya enorme copa ha desaparecido siendo troceada para liberar el camino tras partirse por culpa de la llamas. ¡Qué pena!. Junto a este pino nos encontramos otro de un color marrón unificado. Fincas abrasadas, campos de cenizas, etc.









Por fin, la cañada cruza la carretera de Almorox a Cenicientos y optamos por bajar hasta Paredes por el divertido y precioso camino señalizado como Camino de Santiago, el cual no ha sufrido daños. El sinuoso, rápido y técnico camino nos hace olvidar, un poco, todo lo visto anteriormente y nos devuelve al puro mtb. No vamos hasta Almorox por la Cantera de Paredes, no más cenizas por hoy. Regresamos a casa y damos por finalizada esta gran ruta empañada por "las cenizas de Cadalso".



DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 43,80 km
Tiempo total invertido: 3 h 23' 50''
Tiempo en movimiento: 3 h 03' 10'' 
Tiempo detenido:  20' 40'' 
Velocidad media en movimiento: 14,30 km/h
Velocidad máxima: 43 km/h
Altitud mínima: 348 m.
Altitud máxima: 821 m.
Desnivel acumulado ascendiendo: 839 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 756 m.



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